EUROPA
PRESS
23 octubre
2020
Síntomas
y solución frente a la sequedad vaginal, no siempre asociada a la menopausia
La Sociedad Española de Ginecología y
Obstetricia (SEGO) recuerda que la pérdida de la producción ovárica de
estrógenos asociada con la transición menopáusica se refleja en la fisiología
vaginal, produciendo una disfunción vulvovaginal o
atrofia vaginal.
"Esta atrofia es responsable de la aparición de
síntomas que afectan a la calidad de vida de las mujeres, como son la sequedad
vaginal y/o dispareunia, y que afecta al 40% de las mujeres posmenopáusicas
españolas", según aclara la institución.
Así, se trata de una afección que es más habitual en la
mujer durante el periodo de la menopausia o la postmenopausia, según asegura en
una entrevista con Infosalus el director médico del Institut Marquès de Barcelona, el
doctor Leonardo Marquès, quien también reconoce que
esta afección puede tener lugar a su vez durante la lactancia, puesto que las
hormonas se encuentran a unos niveles más bajos, o en chicas que toman
anticonceptivos.
"Pero generalmente la queja de sequedad vaginal es por
dolor en las relaciones", mantiene el especialista, quien afirma
igualmente que se trata de un síntoma molesto, especialmente durante las
relaciones sexuales, aunque también podrían darse otros al mismo tiempo como el
ardor, la picazón o las molestias al orinar.
El doctor Marquès explica así que
la sequedad vaginal tiene lugar porque hay una bajada de hormonas, dado que
fundamentalmente durante la menopausia el ovario deja de funcionar, y por tanto
de ovular, y de producir hormonas.
"La principal hormona femenina son los estrógenos y es
lo que provoca la sintomatología de la menopausia, siendo el síntoma más
molesto los sofocos, pero el segundo más frecuente la sequedad vaginal, debido
a que los estrógenos ya no llegan a la mucosa vaginal, produciéndose así la
atrofia. Es decir, el tejido queda empobrecido, más seco, pierde elasticidad y
es lo que produce las molestias", explica el ginecólogo.
Ahora bien, este experto recuerda que actualmente lo que
siempre se había llamado 'síndrome de atrofia vulvovaginal',
ahora se le conoce por 'síndrome genitourinario de la menopausia' porque afecta
tanto a la vagina como a los síntomas urinarios, produciendo un "disconfort importante en la mujer".
A la hora de mejorarla o de evitarla, el director médico del
Instituto Marqués ensalza que, sin tratamiento, el mantener una actividad
sexual regular puede ser "muy beneficioso" porque la relación sexual
activa toda la circulación de la vagina, y generalmente lo mejora.
Además, asegura que hay varios tratamientos, siendo el
principal los estrógenos, que es aquello que el cuerpo ha dejado de producir.
Esta hormona se puede administrar de forma artificial de muchas formas, vía
comprimidos, pastillas, parches, en cremas o geles, o bien a través de
tratamientos locales de estrógenos que se colocan directamente en la vagina,
según detalla el especialista.
"Estos estrógenos locales actuarían casi exclusivamente
en la vagina y tendrían poco efecto en el resto del cuerpo, y sobre todo
mejoraría la sequedad. Estos tratamientos pueden ser también con óvulos, o
incluso con un anillo vaginal parecido al anticonceptivo, que tiene la ventaja
que lo dejas dentro durante tres meses y te olvidas de ponértelo cada
día", señala el doctor Marquès.
El papel del láser
de CO2
Asimismo, destaca que
el láser es el último tratamiento para la sequedad vaginal, y el que se emplea
es el de CO2, con el objetivo de intentar que la mucosa vaginal vuelva a su
estado previo a la menopausia. "El láser activa el colágeno y favorece la
circulación de la sangre de la mucosa, de forma que se tiene más secreción y
funciona mejor. Eso sí, hay un poco de controversia con el láser", según
advierte.
De hecho, pone de ejemplo Estados Unidos, cuya
Administración de Alimentos y Medicamentos, la conocida como 'FDA', en 2018
sacó un comunicado diciendo que no se podía promocionar el laser
de CO2 para el rejuvenecimiento vaginal porque no estaba comprobada su
eficacia.
"La realidad es que en estos dos años han salido muchos
estudios y en España actualmente hay muchos láseres y se ve que funciona. Lo
que pasa es que requiere de varias sesiones y tampoco es un tratamiento que se
hace una vez y se soluciona actualmente hay muchos láseres y se ve que
funciona. Lo que pasa es que requiere de varias sesiones y tampoco es un
tratamiento que se hace una vez y se soluciona siempre, sino cada año o cada
dos años se deben repetir las tandas de láser", indica el doctor.
Por eso, desde su punto de vista sería una segunda elección
a la hora de tratar el problema de la sequedad vaginal: "Estaría indicado
para aquellas mujeres que no pueden recibir tratamiento con estrógenos porque
tienen cáncer de mama o de ovario, por ejemplo, o incluso para las que reciben
estrógenos y esto no acaba de ser suficiente. La segunda elección sería el
láser y en estos casos es una buena alternativa".
Después, el ginecólogo señala que hay también muchas
hidratantes y lubricantes vaginales que no llevan hormonas y se utilizan
complementariamente, o bien como único tratamiento. "Llevan ácido
hialurónico y centella asiática, una planta que se usa para muchas cosas y
actuaría también favoreciendo la flora vaginal normal", menciona el
experto del Institut Marquès.
En última instancia, el doctor Marquès
lamenta que el problema de estos tratamientos de sequedad vaginal es que deben
ser crónicos, dado que esa falta de estrógenos es permanente una vez la mujer
entra en la menopausia, de forma que cuando se dejan, los síntomas de la sequedad
vaginal pueden volver. "Si una mujer hace un tratamiento vaginal con
estrógenos, y se cansa, vuelve a la sequedad. Por lo que tener constancia en el
tratamiento es bueno", señala.
En última instancia, el ginecólogo insiste en las molestias
urinarias relacionadas con la sequedad vaginal porque dice que están ligadas
con la falta de estrógenos y suelen ser frecuentes en estos casos. "Son
importantes episodios de sequedad vaginal, las cistitis de repetición, la
imperiosidad urinaria todo esto al usar estrógenos vaginales también mejora
mucho", sentencia el director médico del Institut
Marquès.